Cuando hablamos de implementar inteligencia artificial (IA) en la empresa, nos referimos a automatizar aquellas tareas que en general las personas hacemos bien, pero que son difíciles de resolver por las computadoras, porque implican reconocer textos, o imágenes, o voz, y articular procesos de respuesta.
La característica esencial de la IA es que es iterativa, y aprende con cada conjunto de datos que incorpora.