Equidad de género en el lugar de trabajo

Equidad de género en el lugar de trabajo

Como economista, muchas veces me preguntan sobre la importancia económica de la igualdad de género en el lugar de trabajo. Mi respuesta es más o menos ésta: la igualdad de género es esencial tanto para el crecimiento económico como para el progreso social. 

Pero independientemente de éso, la igualdad de género es un derecho humano, y está consagrado como tal en el artículo 1 de la carta fundacional de Naciones Unidas de 1948.

 

Volviendo al tema económico, hay muchos estudios que demuestran que la igualdad de género conduce a una mayor productividad e impulsa el crecimiento económico. Las empresas con equipos de liderazgo donde las mujeres son al menos el 30% son más rentables e innovadoras. Las mujeres también tienden a invertir una mayor parte de sus ingresos en sus familias y comunidades, contribuyendo a una sociedad más estable y próspera.

Pero a pesar de estos resultados positivos, la desigualdad de género sigue siendo un problema importante en el lugar de trabajo. Por ejemplo, en la mitad de los países del mundo, las mujeres no tenemos el mismo acceso al crédito que los varones. En 95 países, la igualdad de remuneración por igual trabajo no está garantizada.  Las mujeres todavía ganamos menos que los hombres y estamos subrepresentadas en los puestos de liderazgo. Esto nos limita en nuestras posibilidades de desarrollo laboral, y también limita el potencial de la economía en su conjunto.

 

 

Como sociedad, debemos tomar medidas para abordar estas desigualdades, por ejemplo la implementación de políticas como la igualdad de remuneración por el mismo trabajo (y el monitoreo de que las reglas se cumplan); la licencia por paternidad (y que la licencia por paternidad se use para eso). 

También significa promover y apoyar a las mujeres en puestos de liderazgo y crear una cultura en la que se anime a las mujeres a tener éxito.

Pero hacer ésto no es responsabilidad únicamente del gobierno o de las empresas. Todas las personas tenemos un papel que desempeñar en la promoción de la igualdad de género, desafiando nuestros propios prejuicios y apoyando a las mujeres en nuestros lugares de trabajo. Instamos a todas las personas a tomar medidas para promover la igualdad de género. Ya sea abogando por un cambio de política, asesorando a una mujer joven o simplemente hablando en contra de la discriminación de género, cada acción cuenta. En equipo, podemos crear una sociedad más equitativa y próspera.

 

Trabajemos para derribar las barreras y allanar el camino hacia la igualdad de oportunidades para las mujeres. Además de ser lo correcto, ¡beneficia a todas las personas!